martes, 25 de octubre de 2011

Relaciones Públicas vs. Publicidad

Siempre ha habido especialistas que han tratado de destacar las ventajas que las relaciones públicas pueden tener sobre la publicidad, especialmente en lo que se refiere a los costes y a la duración de los impactos. Sin entrar a valorar estas supuestas cualidades.

La publicidad puede fomentar la notoriedad e intensificar la credibilidad de cualquier mensaje de marketing, bien de la empresa, bien de sus productos y servicios; las relaciones públicas, por su parte, pueden mejorar también la imagen y la reputación de la empresa y de sus productos. La primera se utiliza, fundamentalmente, para conseguir determinados resultados comerciales en un corto periodo de tiempo, mientras que la segunda trata, sobre todo, de establecer y mantener una comunicación bidireccional entre la empresa y sus públicos.

La publicidad y las relaciones públicas pertenecen al mundo del marketing, y de todos es conocido que esta herramienta se sustenta en cuatro pilares básicos: producto, precio, promoción y distribución. Tanto la publicidad como las relaciones públicas son acciones de promoción; es decir, de comunicación de la empresa y de sus productos y servicios, con los diferentes públicos y audiencias que le interesen.

Publicidad y relaciones públicas pueden y deben complementarse. No en vano los mejores clientes de las consultoras de relaciones públicas son las agencias de publicidad. Poco sentido tendría intentar persuadir a los clientes de que compren más, cuando se descuidan las relaciones con proveedores, distribuidores o asociaciones de consumidores. Las relaciones públicas pueden reforzar consistentemente la buena publicidad y, si fuera el caso, minimizar el efecto negativo que pueda causar la mala.

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